La noche ha sido larga.
Como desde cien años
de lluvia,
de una respiración embravecida
proveniente de un fondo de vértigo nocturno,
de un cántaro colorado
jadeando en la tierra,
el viento ha desatado su tempestad violenta
sobre el velo anhelante de la ilusión
efímera, sobre los fatigados menesteres
y tú y yo, en la colina
más alta,
en el rincón de nuestros dos silencios,
abrazados al tiempo del amor, desvelándonos.
Como desde cien años
de lluvia,
de una respiración embravecida
proveniente de un fondo de vértigo nocturno,
de un cántaro colorado
jadeando en la tierra,
el viento ha desatado su tempestad violenta
sobre el velo anhelante de la ilusión
efímera, sobre los fatigados menesteres
y tú y yo, en la colina
más alta,
en el rincón de nuestros dos silencios,
abrazados al tiempo del amor, desvelándonos.
Deja que el viento muerda sobre el viento.
Yo te cerraré los ojos
Yo te cerraré los ojos
Elvio Romero
Valido la inscripción de este blog al servicio Paperblog bajo el seudónimo stella
2 comentarios:
Si las tormentas fueran tan bellas estaríamos todos en las colinas admirándolas, porque unas formas tan lindas no pueden hacer daño, solo transformar en tiempo para el amor.
Besitos.
Preciosa la manera de expresar la tormenta. Me ha gustado mucho y te felicito por ello. Un cordial saludo.
Publicar un comentario